viernes, 6 de enero de 2012

LOS SEÑORES DIRECTORES

Tres años atrás, el festival ibero-afro-americano se anunciaba prometedor con películas y todo un programa cultural variado y de calidad. Con tamaños organizadores, a saber una diva caribeña, tan resoluta ella como caótica, y su contraparte de las antípodas, un chileno etéreo pero muy estructurado, la cosa iba por buen camino. Tan estresado estaba el binomio con la coordinación que me asignó la agradable tarea de hacer una visita guiada por el centro de Frankfurt con dos directores de cine noveles que venían a presentar sus respectivas películas. De las islas Canarias uno, del noroeste de México el otro. También se apuntó al paseo la acompañante del último, una encantadora y juvenil actriz española.

Pasamos una tarde deliciosa con ese cuarteto de acentos diferentes. El clima no podía estar mejor: un sol de mayo tibio pero no achicharrante. Subimos a mi mirador favorito (200m de altura), inicio obligatorio de todo recorrido turístico conmigo. Exploramos las callecitas más simpáticas del centro con las consabidas paradas logísticas y culinarias – es decir para aliviar vejigas y degustar exquisitos helados, cafés, tortas y chelitas de la comarca.

Yo todavía no había visto las películas de los susodichos, pero de solo conversar con ellos, tipos simpáticos, con chispa, buena onda, mi curiosidad iba en aumento... y no me decepcionaron. Una creatividad, una imaginación – me quedé boquiabierto y orgulloso de haber podido compartir con ellos el paseo de aquella tarde.

El mazatleco Alan Jonsson, tremendo director y guionista, cuenta en MORENITA, una historia alucinante: un malandrín chapucero se mete en problemas con el cártel de Tijuana y para saldar sus deudas no tiene mejor idea que secuestrar con ayuda de su abuelo la sacrosanta imagen de la virgen de Guadalupe para pedir una fuerte suma de rescate a los obispos titulares de la basílica. Absolutely weird!

El canario Juan Carlos Falcón no se queda atrás: su film LA CAJA, una comedia negra sobre el velorio del que en vida había sido un franquista hideputa y abusivo y la forma en que sus deudos y vecinos se vengan póstumamente de él. Con su talento y encanto, Juan Carlos logró congregar a un ramillete de primeras actrices: Ángela Molina, María Galiana, Elvira Mínguez y Antonia San Juan. Así enganchó también a Vladimir Cruz, el recordado David de la cinta cubana de culto „Fresa y chocolate“.

Lástima que con el festival se terminara la colaboración entre la diva cubana y el chileno espigado. Se pelearon tan feo que hasta el día de hoy no se hablan y desde entonces no se ha hecho más eventos ibero-afro-americanos en esta ciudad. Una lástima.

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