martes, 19 de abril de 2011

DELICIAS DE LIZ

En esta vida es esencial tener buenas amigas – y si además del cariño están dotadas de una inteligencia aguda, como Beatrix, mejor aún. Ella tuvo el gesto de enviarme hace un tiempo el libro EAT, PRAY, LOVE (COME, REZA, AMA) de Elizabeth Gilbert. Para mi buena suerte, lo terminé de leer antes del lanzamiento de la película homónima protagonizada por la pretty woman Julia Roberts. Digo suerte porque a veces, cuando lees el libro después de ver la película, las caras de los actores se meten entre las páginas y te matan la imaginación. Ya me pasó con El amor en los tiempos del cólera: trataba de sacarle a Florentino Ariza la cara de Javier Bardem pero no lo logré.

Quiero que escribas algo como esto“, reza la tarjeta que contrabandeó Beatrix dentro del libro antes de enviármelo. Menuda tarea. Déseme un año de licencia con goce de haber para viajar por el mundo, cuatro meses en Italia, cuatro en la India y cuatro en la isla indonesia de Bali. Estoy seguro de que sacaría algo simpático. Ese es el itinerario que se fijó la intrépida Liz Gilbert después de un doloroso proceso de divorcio, al darse cuenta de que no quería seguir casada ni ceder a la presión social de tener hijos por el mero hecho de haber cruzado el mágico umbral de la treintena.

Como en aquel momento era ya una escritora con cierto renombre, consiguió una editorial dispuesta a financiar parcialmente ese sabbatical con la intuición de que saldría algo sustancioso de aquella triple aventura: comer y disfrutar la vida en la bella Italia, reconectarse con su origen divino en la mística India y finalmente buscar el equilibrio entre las pasiones mundanas y sus inquietudes espirituales de la mano de un centenario chamán balinés.

Usando como metáfora las 108 perlas del japa mala – aquellos collares de cuentas hindúes precursores de nuestros católicos rosarios, Gilbert divide los 108 capítulos de su historia en tres bloques de 36 capítulos para cada uno de los países visitados. De los excesos enológico-culinarios romanos pasa así a la austeridad de un ashram indio. De los más intensos momentos de meditación, al bullicio de la ciudad balinesa de Ubud. Y todo con un lenguaje claro, entretenido, con un humor sutil, que hace que la lectura sea un verdadero placer.

En cada uno de los lugares visitados merecen mención especial los entrañables personajes secundarios que Liz dibuja de modo tal que te quedas con ganas de salir inmediatamente a Roma y buscar a Giovanni, volar a India y conversar con la sabionda de Tulsi o visitar a la traviesa Wayan en Ubud. De hecho, Gilbert ha desencadenado un boom turístico hacia la isla indonesia, incluyendo circuitos que te llevan a conocer a las personas y los lugares descritos en la novela.

Intrigado por saber más de Liz, vi algunas entrevistas en YouTube donde esta encantadora cuarentona de Nueva Inglaterra cuenta anécdotas de su trayectoria y habla acerca del proceso creativo. „Con mis primeros libros, los críticos decían que escribía como hombre. Sin saber exactamente a lo que se referían, lo asumí como un elogio... Diez años después de estar escribiendo sobre hombres y masculinidad, sale EAT, PRAY, LOVE, se convierte en un mega-éxito y de repente hablan de mí como autora de chick-lit, literatura para mujeres, y estoy casi segura de que esto no es un elogio“ cuenta Liz con la picardía que la caracteriza.

El hecho es que entre escritura de machos y chick-lit, Liz se ha convertido en una de las autoras más leídas en todo el mundo. La secuela de COME, REZA, AMA se llama COMMITTED (COMPROMETIDA) y en ella Liz cuenta la cola que trajo el romance insular que comienza en Bali con un australiano de origen brasilero. Siendo los dos sobrevivientes de divorcios dolorosos, Felipe y Liz se juran no casarse nunca...hasta que el Departamento de Migraciones de los EE.UU. deporta a Felipe al regreso de un viaje al Asia. En respuesta a sus súplicas desesperadas, las autoridades les dicen que casarse es la única manera de garantizar a ambos la libertad de entrar y salir del home of the brave and land of the free. Y siendo Liz escritora, no encuentra mejor manera para reconciliarse con el matrimonio que escribir sobre la historia de tan majadera como milenaria institución social.

En COMMITTED, Liz intercala sus estudios socio-históricos con la peregrinación por varios países de Indochina a la que se ven obligados Felipe y ella hasta que se regularice la situación legal de su prometido-a-pesar-suyo y puedan regresar a los EE.UU. Es muy diciente la frase que a modo de subtítulo aparece en la portada de la edición inglesa: una escéptica hace las paces con el matrimonio. Sin duda, una lectura obligatoria para todo candidato a dar ese paso, para aquellos que ya lo dieron y siguen felizmente casados y también los que fracasaron en el primer o segundo intento pero no descartan una recaída.

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